Un 50% de los kioscos exponen cajas y atados como herramienta para no incumplir la ley que restringe los avisos de tabaco. Según una investigación de FIC Argentina, el 73% de los puntos de venta del país no respeta la norma.
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“Hecha la ley, hecha la trampa”, dice la conocida frase, que puede aplicarse a distintas situaciones de la vida cotidiana. En la Argentina, uno de los rubros donde puede comprobarse su vigencia es en la comercialización de cigarrillos. De acuerdo con un reciente estudio elaborado por FIC Argentina y ALIAR (Alianza Libre de Humo Argentina), el 50% de los quioscos expone paquetes y atados de cigarrillos como herramienta publicitaria, para no violar la normativa que impone restricciones a los avisos de productos de tabaco.
La utilización de las cajas de cigarrillos es un truco que permite a las firmas tabacaleras esquivar las restricciones que impone la Ley de Control de Tabaco (N° 26.687). Dicha norma, sancionada en 2011 y vigente en Buenos Aires y otras siete ciudades del país, prohíbe la publicidad masiva de productos de tabaco en los medios de difusión y establece una serie de lineamientos para limitar los avisos ubicados dentro de los puntos de venta. El recurso de los empaques de cigarrillos en las estanterías de los quioscos, queda exento a esta normativa, aunque en los hechos se emplea como herramienta promocional.
Sin embargo, y más allá de esta táctica, la investigación desarrollada por la Fundación Interamericana del Corazón Argentina reveló que tres de cada cuatro puntos de venta (73,4%) incumple las disposiciones establecidas por la Ley de Control de Tabaco. El estudio, realizado en ocho ciudades del país, indicó que el dos de cada tres quioscos relevados contaban con avisos de cigarrillos que resultaban visibles desde el exterior del local, algo que está prohibido por la ley.
A su vez, el informe señala que el 64,2% de los 851 puntos de venta considerados para la investigación tenía avisos de productos de tabaco cuyas dimensiones superan el tamaño máximo permitido por la normativa (30cm x 30cm). Además, un 56% de los quioscos tenía en su interior avisos luminosos de marcas de cigarrillos, otro recurso prohibido por la llamada Ley Antitabaco.
Por otra parte, la norma establece que los avisos deben destinar al menos un 20% de su superficie a advertencias por el riesgo a la salud consecuente por el consumo de tabaco. Esta disposición, según el informe de FIC, se cumple el en 95% de los quioscos relevados.
Según datos del sector, cada año se comercializan alrededor de 2100 millones de paquetes de cigarrillos en el país, es decir, cerca de 52 por habitante. De acuerdo con un informe de IECS (Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria) elaborado en 2013, se estima que el 32% de los hombres y el 22% de las mujeres argentinas son fumadores. Dicho estudio, a su vez, sostiene que el tabaquismo es responsable del 13,6% de las muertes que se producen en el país (111 personas por día).
Fuente: Diario Apertura
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